Contribución a la formación del carácter
- Orden: Puesto que el tiempo de reflexión es limitado, los jugadores se acostumbran a aprovecharlo estructurando su pensamiento de forma ordenada y eficiente.
- Decisión: Una partida de ajedrez es una continua toma de decisiones (elección de jugadas) por ambos jugadores. Para tomar cada decisión el jugador tiene que considerar muchos factores distintos.
- Responsabilidad: Los únicos responsables de lo que sucede en el tablero son los jugadores con sus decisiones. No hay lugar para la suerte ni otras circunstancias externas.
- Autocontrol: El proceso de reflexión anterior a cada jugada actúa como freno a la impulsividad y acostumbra a pensar antes de actuar.
- Previsión: Durante la partida los jugadores tienen que anticiparse a las respuestas del contrario y tener previstas con antelación posibles líneas de juego.
- Reflexión: Antes de cada acción (jugada) existe un período de reflexión para captar detalles, valorar, planificar y decidir.
- Planificación: Las jugadas no se eligen aisladamente sino formando parte de un plan o una línea de actuación a más largo plazo.
- Tenacidad: Durante el fragor de la lucha los jugadores aplican toda su voluntad y su energía a la obtención de la victoria. Esta perseverancia puede utilizarse para otros objetivos.
- Perspectiva: Es necesario ponerse en el lugar del oponente para comprender sus intenciones. Esto enseña a ver las cosas desde diferentes puntos de vista.
- Autonomía: El jugador tiene que decidir por sí mismo cómo actuar. No es posible recibir ayuda ni consejo de ningún tipo.
- Cortesía: Visible en los tradicionales y casi obligatorios saludos, en forma de apretón de manos, antes de comenzar y al finalizar cada partida.
- Esfuerzo: Es la base del progreso tanto en ajedrez como en cualquier otro deporte, y el fundamento de todo trabajo bien hecho.
- Respeto a las normas: Las relativamente estrictas normas del ajedrez acostumbran al estudiante a adaptarse a los reglamentos o normas de conducta inherentes a cada situación.
- Deportividad: Se aprende a ganar y perder con elegancia, puesto que ambas situaciones son muy frecuentes tanto en el ajedrez como en los demás deportes.
- Solidaridad: Los niños que saben más tratan de orientar y aconsejar a sus compañeros con menos conocimientos.
- Autocritica: El valor de la autocrítica constructiva consiste en reconocer los propios errores y deficiencias para tratar de superarlos. La autocrítica de las propias partidas es clave para mejorar.
- Superación: El firme deseo de aprender y hacer las cosas mejor es muy fuerte entre los ajedrecistas. En ajedrez, además, es muy fácil notar rápidamente los progresos.
- Compañerismo: El sentido de colaboración se manifiesta en las competiciones por equipos, donde cada individuo aporta su esfuerzo y conocimientos para el bien del grupo.
- Respeto al rival: Actitud respetuosa que se manifiesta antes, durante y después de las partidas, evitando comentarios desafortunados que puedan molestar al contrincante.
- Silencio: El respeto al silencio como fuente de concentración es un valor aplicable al ajedrez o a cualquier otro tipo de actividad intelectual o creativa.